14 enero 2020
EL SISTEMA LLEVA EN MARCHA DESDE SEPTIEMBRE Y SE ESPERA QUE SE IMPLANTE TAMBIÉN EN INCA EN LOS PRÓXIMOS MESES
Los juzgados de Manacor son pioneros en implantar un servicio de mediación intrajudicial civil. Es el primero en Balears, una de las pocas comunidades que aún carecía de este servicio. Tras un año y medio de trabajo y de superar distintas fases burocráticas, Manacor estrenó en septiembre el servicio de mediación intrajudicial civil, una iniciativa que en los próximos meses se espera que se implante también en Inca.
Catalina Llull es el alma de este proyecto, que no hubiera sido posible sin la implicación de la jueza decana de Manacor, Ana Salmerón, que “ha sido un puntual”. En junio de 2018 fue cuando se pusieron a trabajar en el proyecto, pero han tenido que superar distintas fases. “Cuando tiene un sistema judicial como el nuestro y sin competencias en justicia como ocurre en nuestra comunidad, introducir algo nuevo cuesta, por ello hemos tenido que dedicar mucho tiempo pero hemos aprendido mucho y ello será de gran ayuda con la puesta en marcha del servicio en Inca” reconoce Llull. “La decana Ana Salmerón creyó en el proyecto desde el principio”, celebra Llull. Fue la jueza la encargada de trasladar al Tribunal Superior de Justicia la voluntad de crear este servicio y su presidente Antoni Terrassa lo trasladó al Consejo General del Poder Judicial. El proyecto empezó a funcionar en septiembre por acuerdo gubernativo de la jueza decana de Manacor. Llull detalla que Balears cuenta con una ley de mediación familiar. “El Govern tiene un servicio de mediación familiar muy importante. Lo se que ha puesto en marcha en Manacor es un servicio de mediación civil intrajudicial. El conflicto ya ha llegado a los juzgados”, especifica.
¿Y CÓMO FUNCIONA?
“El objetivo básico del proyecto es dar información en sede judicial y que sea de fácil acceso para los ciudadanos que acudan a los tribunales. El juez o letrado les informa de que pueden acceder de forma gratuita a una sesión informativa con el servicio de mediación que está conectado con los jueces y letrados. “La mediación es voluntaria y confidencial. Si se accede a la mediación ya corre a cargo de las partes y uno de los primeros acuerdos a los que se llega suele ser cómo y quién se hace cargo de los gastos. Hay conflictos que se pueden solucionar en dos meses, mientras que un proceso judicial puede durar años y el descaste emocional y económico es mucho mayor”, asegura. “La mediación es una manera de gestionar conflictos regulada y reglada en la que un tercero neutral e imparcial interviene en la comunicación, facilitándola”, resume.
Un ejemplo ilustrativo es una reclamación de una cantidad en una finca de pisos porque uno de los vecinos no paga las cuotas. Acuden a los juzgados y ponen una reclamación. El juez les ofrece el servicio de mediación para que estén informados de que existe otra forma de gestionar el conflicto. Llull remarca que el caso puede derivarse a mediación en cualquier momento del proceso judicial. Si acceden, hay una reunión informativa en los juzgados. En el caso que sirve de ejemplo, las partes acceden a acudir al servicio de mediación. Siempre se ofrece una comediación. Así, se garantiza la neutralidad y la imparcialidad, “las bases” de todo mediador. Se reunieron con todos los vecinos y se acordó que la mujer limpiaría la escalera y el hombre arreglaría el jardín para compensar los gastos de comunidad.
ACUERDOS FLEXIBLES.
“La mediación es confidencial. Se desarrolla en un ambiente de tranquilidad y de colaboración. Las soluciones son diferentes y se cumplen mucho más a través de la mediación que en sentencia judicial. Además, los acuerdos son flexibles y revisables”. Es un compromiso de las partes, si se quieren modificaciones, puede volverse a mediación”, explica. Eso sí, pueden tener la misma fuerza ejecutiva de una sentencia cuando los acuerdos son homologados por el juez o se elevan a escritura pública ante el notario. “Normalmente los acuerdos se cumplen a las buenas”, resalta. Con la mediación, se aprende a escuchar, a dialogar sin la presión que implica el conflicto porque estás en un entorno de colaboración. No hay confrontación, por ello, los acuerdos son fáciles de cumplir”, defiende.
Otro de los beneficios es que el servicio de mediación es rápido y económico, se orienta a las partes sobre el número de sesiones que van a ser necesarias dependiendo del conflicto y de la actitud de los participantes. Como es voluntario, en cualquier momento se puede dejar, pero esa voluntariedad nutre de alguna manera la mediación, estás porque quieres estar. El proceso judicial cumple unos tempos necesarios, la mediación es flexible, el mediador es neutral no juzga, recuerda. “Se devuelve la voz a las partes, ellas conocen mejor la situación que viven, son ellos los que hablan, escuchan, dialogan, no lo hacen a través de representantes como en el proceso judicial”. “La sentencia judicial resuelve el proceso, mientras que la mediación gestiona el conflicto”, resume.
Os dejamos el link a la noticia del Diario de Mallorca, donde podréis encontrar más contenido:
https://www.diariodemallorca.es/part-forana/2020/01/12/juzgados-manacor-pioneros-ofrecer-servicio/1477151.html